El Caso de Trancas es uno de los hechos más paradigmáticos dentro del historial de la ovnilogía argentina, tanto por el número y calidad de sus testigos, como también por los rastros físicos que este provocó en el terreno y en las personas allí presentes. El hecho tuvo lugar el día 21 de octubre de 1963 en cercanías de la Villa de Trancas, Provincia de Tucumán (Argentina) donde la familia Moreno era propietaria de una finca. Esa noche, los integrantes de esta familia, conjuntamente a su empleada doméstica Dora Guzmán, fueron asediados por una serie de objetos voladores que sobrevolaron e iluminaron de manera inquietante la vivienda y sus alrededores durante un prolongado espacio de tiempo, permitiendo así ser percibidos en extremo detalle antes de desaparecer en el horizonte nocturno.