El físico soviético Konstantín Tsiolkovski ha sido conocido como el "Padre de la Cosmonáutica". Escribió y publicó sus teorías de vuelo espacial y de recorridos interplanetarios, siendo un decidido defensor de la posible existencia de vida en otros planetas, respecto a la que acuñó la famosa frase «la ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia». Sus ideas hicieron posible que el ser humano pusiera en órbita el primer satélite artificial y que poco después volara por primera vez al espacio, cuando Yuri Gagarin se colocó en órbita alrededor de nuestro planeta en un cohete construido según los principios establecidos por Tsiolkovski.